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Cómo decorar con cuadros para despacho

Cuadros originales pintados a mano.

El teletrabajo y el aumento de la necesidad de crear espacios de estudio o ‘de oficina’ en casa ha creado una nueva necesidad: la decoración de despachos en nuestros hogares. La pandemia ha generado un aumento del trabajo desde en casa y de su demanda, cosa que, a su vez, requiere de la creación de espacios con este propósito. 

 

Si la vivienda lo permite, lo ideal es contar con una estancia exclusivamente para el trabajo, o al menos una zona para ello. De esta forma evitaremos distracciones y nuestra mente entenderá que ese lugar es para el trabajo únicamente. Si no, siempre podemos valernos de la decoración para diferenciar zonas y recrear un ambiente de trabajo. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que con cuadros para despacho? Son el mejor aliado a la hora de distinguir espacios de forma rápida y sencilla. Y como en Home Original somos expertos en obras de arte, vamos a darte algunos consejos para decorar el despacho de tu casa con ellos y con algunos trucos extra. ¡Vamos allá!

 

Siempre se empieza por los colores

 

La importancia de la paleta de color escogida para una estancia es enorme, pero si lo que tenemos que decorar es además un despacho, la relevancia es mayor. Hay que tener en cuenta que los colores se escogen dependiendo del propósito del espacio, pues los tonos influyen en el comportamiento, la concentración, etc. Si sabemos un poco de la teoría del color podemos aprovecharnos de ella para ayudar a nuestra concentración sin sacrificar el estilo y la decoración en nuestro despacho.

Tanto los colores de las paredes como los del cuadro para despacho que se elija deberán seguir un mismo concepto y encajar entre ellos. De esta forma conseguiremos un entorno profesional, coherente y que nos ayude a trabajar. Por ello, los colores que normalmente se escojan serán predominantemente neutros, relajantes pero no lo suficiente como para hacerte desconectar y ponernos en ‘modo descanso’. Será mejor que expliquemos las paletas de una en una:

Blanco y tonos neutros. No podíamos empezar de otra manera: el color blanco y todas las tonalidades neutras lideran las paredes de casi todas las oficinas o espacios de trabajo que podamos encontrarnos. Además de ser un color que quedará bien con cualquier decoración, ayuda a iluminar el espacio, ayudando a nuestra concentración y despertar. 

Si tu zona de trabajo en casa es pequeña, definitivamente es la opción que más te recomendamos, ya que la luz que haya, tanto natural como artificial, la reflejarán para que visualmente la estancia parezca más amplia. Si te gusta el minimalismo, es también una opción perfectamente válida, pero si eres un poco más ecléctico y te gusta más los colores atrevidos, siempre puedes añadirle un toque de color a tu pared blanca con cuadros para despacho.

Para evitar que tu oficina personal parezca demasiado impersonal, puedes añadir, por ejemplo, cuadros con elementos naturales, como el Lago, o más abstractos, como el Jardín Botánico.

El verde y la naturaleza. Hablando de naturaleza… ¿qué tal pintar tu despacho de verde? Puede que nos sea la primera opción que nos venga a la cabeza si hablamos de oficinas, pero el tono adecuado de verde, normalmente más oscuro, puede ser una de las mejores elecciones posibles. Eso sí: recuerda combinarlo con elementos decorativos más blancos o de colores más claros o pasteles para crear equilibrio visual. Si el tono de verde es fuerte habrá que rebajar con algo de color más relajado y menos recargado, como el cuadro Baqueira. Quedará una oficina formal, elegante y con un toque original.

Gris oscuro. Seguimos con la gama de los blancos, solo que esta vez un poco más oscuros: los grises también son una excelente opción para zonas de oficina, siempre y cuando el espacio del que dispongamos sea amplio y luminoso, ya que no es un color que ofrezca mucha luz. Sin embargo, si contamos con una buena fuente de luz natural, el gris oscuro puede crear un rincón de trabajo con mucha personalidad.

Te damos un pequeño truco: si quieres darle solamente un toque de gris al espacio, puedes hacerlo pintando una única pared de este color o añadir algún toque aquí y allá, colocando cuadros de este mismo color en una pared blanca, como el cuadro Cardinal.

Un cambio: papel pintado. Que lo normal sea pintar las paredes no significa que sea lo que se tiene que hacer siempre. Dale un giro a tu futuro despacho y crea un espacio original y único con papel pintado. De esta forma darás más color y textura a la zona, diferenciándola de otras partes de la casa. Si en tu caso no puedes contar con una habitación que cumpla las funciones de oficina únicamente, ¡esta propuesta puede ser muy interesante en tu caso! Hay cientos de opciones, así que seguro que encuentras una que de ajuste a tus necesidades y gustos.

 

Cómo hacer un despacho 

 

Ahora que ya has elegido los colores que van a predominar en tu nueva oficia casera, es hora de pasar a los consejos para tener un espacio funcional y con las necesidades de un auténtico despacho. Ten en cuenta todos estos tips:

Delimita el espacio. Ya lo hemos comentado arriba, pero insistimos en la necesidad de tener muy clara la zona de trabajo y de elegirla correctamente. Debe ser tranquila y cómoda, ya que estarás ahí bastante tiempo, pero también necesitarás intimidad e independencia de otras estancias. No podemos estar constantemente sometidos a interrupciones que nos desconcertaren, así que escoge o delimita bien la zona de trabajo con la decoración.

Un ejemplo perfecto es el color de las paredes o el papel de pared, pero los cuadros de despacho, como el Parisino, ayudará a diferenciar zonas gracias a la estética. Escoge colores que a lo mejor no vayas a utilizar o no hayas usado en otras zonas para el despacho. Así podrás distinguirlo de un solo vistazo y tu cabeza entenderá que, cuando se está ahí, es para trabajar. 

Luz. Será fundamental encontrar una luz adecuada para trabajar, ni demasiado relajada que nos dé a entender que no estamos trabajando ni muy fuerte que no nos permita estar calmados mientras llevamos a cabo las tareas. La mejor luz para estudiar es la blanca porque ayuda a la concentración, pero no te olvides nunca de la luz natural, pues proporciona energía y nos anima. Nosotros te recomendamos que escojas una buena lámpara de escritorio y acompañes la estancia con lámparas auxiliares.

Plantas. La vegetación puede ser un añadido muy interesante en un despacho ya que, además de adornar y dar un toque de color, limpian el aire del espacio y aportan alegría y energía. Recuerda elegir especies de plantas que puedan estar en interior y de acuerdo a las características de luz y humedad que tenga tu zona; desde Home Original te recomendamos  un cactus, una sanseviera o una chamaedorea. 

Y si no te apetece cuidar de ninguna planta, no tienes mano o simplemente no te gustan, siempre puedes añadir un toque de vegetación con cuadros para despacho inspirados en la naturaleza, como nuestra obra Floración.

Ordenado. Un despacho requiere de orden, ya que trabajamos en él, y si nuestra zona de trabajo no está ordenada, nuestra cabeza tampoco. El desorden lleva a la frustración y al estrés, por lo que debemos evitarlo a través de la decoración, por ejemplo, añadiendo cajas o sistemas de almacenamiento cómodos y útiles. De esta forma podremos ordenarlo un poco todos los días y siempre sabremos dónde está todo, facilitándonos el día a día. Recuerda también, al acabar la jornada diaria, dejarlo todo ordenado para encontrarlo todo en su sitio al día siguiente.

La norma: practicidad. La norma número 1 en cualquier despacho: si se pone algo es porque es útil, en cualquier sentido. El objetivo de un despacho es concentrarnos y relajarnos mientras llevamos a cabo nuestras labores, por lo que cualquier cosa que nos distraiga o no sirva para nada no tiene mucha cabida. No significa que haya que renunciar a todo, sino que lo que se añade tenga sentido y nos ayude todos los días. 

Puedes colgar una pizarra para apuntar las cosas que hay que hacer ese día o las pendientes para el siguiente, tener un calendario para de un vistazo saber cuándo queda para entregar un proyecto o poner notas adhesivas en la mesa que te ayuden a recordar las cosas pendientes. Mientras te sirva a nivel práctico, ¡vale!

Elige la silla. Un despacho no es nada sin su silla, y tu espalda tampoco. Si vas a pasar horas sentado y frente a una pantalla, debes cuidar y elegir con cabeza las herramientas que te ayudarán a pasar mejor la jornada. Es indispensable elegir una silla de calidad, que tenga un buen apoyo lumbar y sea regulable para ajustarla como prefieras. Y, ya que estamos, recuerda tener siempre que puedas una buena postura: pies en el suelo, pantalla a un brazo de distancia, espalda recta y hombros atrás.

 

Así que ya lo sabes: elige un lugar específico en el que trabajar y diferéncialo a través de la decoración. Si tienes claro que quieres colocar un cuadro pero no sabes cuál puede ser el adecuado para un despacho, en Home Original podemos ayudarte. En nuestro atelier contamos con obras de gran calidad y diseño vanguardista únicas en el sector.

Ofrecemos un servicio de cercanía, adaptándonos a tus necesidades y asesorando en cada momento y lugar necesario. Nos dejamos guiar por las tendencias de cada temporada pero añadiendo un toque de fantasía que nos hace diferentes. Si quieres tener en casa tu cuadro perfecto, ponte en contacto con nuestro equipo para que podamos empezar ya a elegir la obra de tus sueños.

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