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Cómo pintar al óleo: guía para principiantes

Cuadros originales pintados a mano.

Seguro que cualquier persona, en algún momento, ha tenido el impulso de querer pintar, una de las formas artísticas más extendidas del mundo. Ya sea para relajarse o como medio de expresión, dibujar es una actividad capaz de descubrirnos un nuevo lado de nosotros mismos. El caso es que, si no tienes ni idea de por dónde comenzar, la cantidad de técnicas y tipos de pintura puede ser un poco abrumadora.

Aunque una de las pinturas que más se recomienda al comenzar son las acuarelas, como dueños de un atelier de lienzos tenemos que ponernos de parte de otra técnica a la que muchas personas le tienen respeto al principio pero que es más fácil de lo que parece: el óleo. Admirado y temido a partes iguales, no suele ser la opción escogida porque durante la historia del arte ha sido mayoritariamente la técnica escogida por los grandes artistas de la época. Parece que si no eres un gran pintor, no puedes utilizar el óleo; nada más lejos de la realidad.

Esos pintores también comenzaron su arte sin ningún conocimiento y, poco a poco, fueron aprendiendo hasta formar un estilo propio. Por eso hemos querido preparar una pequeña guía sobre cómo pintar al óleo para que, si te apetece optar por esta técnica, sepas por dónde empezar. ¡Ten preparados los pinceles y un lienzo porque no tardarás en usarlos!

cómo pintar al óleo

 

¿Qué es la pintura al óleo?

La pintura al óleo le debe su nombre al término latino oleum, que significa aceite, por lo que la composición de esta mezcla de pintura es, por supuesto, aceite (normalmente vegetal) y el pigmento que le dará el color. La grasas del aceite hace las veces de aglutinante, y normalmente se emplea el de linaza debido a sus propiedades secantes, aunque también se pueden utilizar otros, como el de nuez o el de adormidera. 

El óleo es una pintura, dada su composición, bastante espesa, por lo que se adhiere con facilidad a la tela, cosa que para una persona que acaba de comenzar a dar sus primeros pasos en el mundo de la pintura puede ser muy práctico. Además de eso, otra de las ventajas del óleo es que se seca rápidamente, por lo que no hay que esperar mucho tiempo para poner una capa de pintura de otro color encima y seguir creando la composición. 

Y, si se seca en poco tiempo, también se puede corregir cualquier error de la misma forma. Ten en cuenta que este tipo de pintura es espesa, por lo que se puede ‘rascar’ con la paleta e incluso tapar con otro color encima. Es más, la textura es perfecta para mezclar varios colores, pero recuerda hacerlo primero sobre una paleta (si puede ser de madera) en lugar de en el lienzo directamente. Así evitarás fallos de planificación.

Como sabrás, a partir de 3 colores (cian, amarillo y magenta) se crean todos los demás. Sin embargo, la pintura al óleo tiene algún que otro truco a la hora de mezclar sus colores. Estos son algunos de ellos:

  • Bloquear el color. Puedes utilizar una versión más diluida de un color (tanto primario como secundario) para delimitar contornos. Así, las líneas en los cuadros de óleo quedarán mucho más definidas que si se hiciese con otra técnica.
  • Crear sensación de volumen. Para ello puedes usar distintos tonos del mismo color mezclados previamente, como si estuvieses haciendo un degradado.
  • Usar un pincel pequeño para técnicas más específicas, como el puntillismo, ya que la pintura al óleo no se esparce ni se diluye en el espacio, sino se que queda donde se ha aplicado.

 

Lo importante es el espacio

Parece una tontería, pero escoger el espacio ideal para pintar es mucho más importante de lo que nos pensamos. Hay que tener en cuenta que afectará tanto a nuestro trabajo como a nuestra salud. Las pinturas al óleo, dada su composición, tienen un olor muy fuerte, por lo que debemos asegurarnos de que pintamos en un sitio con ventilación continua. También influirá en el resultado de nuestra obra porque dependiendo de la luz que tengamos en el espacio saldrá una obra u otra. Es básico, por tanto, contra con ventilación y con luz natural.

Podemos escoger pintar al lado de una ventana grande de nuestra casa (así solucionamos los 2 problemas), o si vivimos en un piso pequeño o con poca luz natural, otra opción es salir a pintar al exterior, lo importante es que estés cómodo allá donde dibujes y que te sientas libre y con inspiración.

Eso sí, si finalmente decidimos pintar con luz natural, lo mejor es que no nos dé directamente para que no cree reflejos ni altere la percepción de las luces y las sombras. Es necesario poder distinguir las tonalidades de color para no confundirnos, por lo que si consideras que hay mucha luz, puedes colocar una sábana o una cortina. Si quieres trabajar con luz artificial, recuerda emplear luz blanca y con el foco sobre lo que estás pintando para recalcar las luces y sombras, además de otro foco o lámpara encima del soporte en el que trabajes.

Por supuesto, te recomendamos que escojas, si pintas en casa, un lugar tranquilo de poco tránsito, ya que se supone que esta actividad requiere concentración, pulso y calma. Si te interrumpen constantemente no conseguirás entender la pintura que estás haciendo ni fijarte en todos sus detalles.

Lo que has visto en las películas y series es cierto: existen infinidad de pinceles para óleo, cada uno de ellos con un propósito específico. Lo hay de todas las formas y tamaños y, dependiendo de la técnica y el trazo que desees utilizar, elegirás uno u otro. Si estás empezando a pintar, te recomendamos que no te comas la cabeza y tengas los básicos (planos y redondos). Una vez comiences a entender cómo funciona la pintura y las técnicas, podrás pasar a los siguientes niveles.

También puedes utilizar el pincel de abanico, los angulares y los finos para delinear. La idea principal es que escojas 3 o 4 pinceles dentro de tu rango de nivel de pintura y experimentes con ellos. Al final acabarán convirtiéndose en compañeros inseparables durante toda tu carrera artística.

 

Cómo pintar al óleo paso a paso

Para pintar al óleo se necesitan ciertas herramientas: un cuadro o lienzo, pinceles, pinturas y una habitación o lugar idóneo para relajarte y dejarte llevar. ¡A partir de ahí ya puedes comenzar a pintar! Si jamás has cogido un pincel de pintura en tu vida, no te preocupes, porque vamos a explicarte paso a paso cómo crear un cuadro sin estrés y sin presión. Ten siempre en mente que no eres experto (de momento) ni tu salario depende de esta actividad, por lo que no hay que exigirse demasiado. Es mucho mejor percibir este hobby desde una óptica más positiva.

Lo primero que tendremos que hacer para pintar será elegir el tema que queremos plasmar. Como hablamos de un nivel principiante, te recomendamos que comiences con temas sencillos, como naturaleza, bodegones o incluso una obra de arte ya creada que te interese y no sea muy compleja. Puedes tener al lado del lienzo una foto de referencia e ir copiando, una de las mejores prácticas para ir mejorando. Como siempre tendrás la imagen disponible, podrás ir creando tu obra sin ninguna prisa.

Debes encontrar un hilo conductor de todos los elementos que vayas añadiendo (colores, luces, sombras, líneas…) para dotar a la obra de coherencia. Hazle caso a tu intuición y no juzgues tus decisiones. Estás divirtiéndote e improvisando, así que haz lo que sientas. Si no estás muy seguro de cómo comenzar, puedes dejar el lienzo a un lado y empezar haciendo bocetos en un papel. Haz todos los que necesites, variando encuadres y juegos de luces sombras, hasta que encuentres la composición que más te guste.

Este borrador será más una guía de encuadre que el dibujo en sí y, aunque no es obligatorio, es siempre muy útil para aplicarle después los colores. En el propio lienzo también puedes hacer algunas guías de referencia con un carboncillo, utilizando después un pulverizan que lo fije para no contaminar el resto de colores. Recuerda trabajar a grandes rasgos: marca lo mínimo que necesites para tener una guía y empezar a pintar. No se trata de calcar el dibujo, sino de entender la perspectiva y utilizarla después para comenzar a ser detallista. A partir de este momento solamente tienes que seguir estos pasos:

Capa de preparación

Para que la pintura se adhiera sin problemas y no se cuartee es necesario aplicar una capa de fondo fina. Puede ser tanto de color blanco como de color; si optas por la primera, iluminarás un poco más todos los tonos, por lo que lo recomendamos para las composiciones que tengan mucho color. Si decides pintar el fondo de otra tonalidad, conseguirás unificar más el cuadro. Todo depende de lo que quieras conseguir: escoge en base a la tonalidad final que quieres conseguir en el cuadro (cálida, fría, oscura, clara…).

Para esta primera capa usa una pintura diluida y espera a que se seque completamente. Puedes utilizar pintura acrílica en esta fase, ya que se seca más rápido. Si no sabes si el fondo está completamente seco, pasa un poco el dedo por varios lugares, tocando levemente distintas zonas. Si no hay rastro de pintura, aunque la superficie parezca pegajosa, ya puedes comenzar a pintar de forma oficial.

Capas de color

Ahora que ya hemos aplicado la pre-base y se ha secado, es momento de aplicar color. En el óleo este se aplica por capas, superponiendo unas a otras. Comienza por las zonas de luces y sombras y ves rellenando zonas amplias de color. Una vez tengas la ‘parte de abajo’, con paciencia comienza a añadir capas de color más pequeñas, hasta que llegues a los detalles más leves.

Existe una regla de oro a la hora de emplear óleo: pinta ‘graso sobre magro’, es decir, que cada capa que superpongas tendrá que se un poco más gruesa que la anterior. Con gruesa nos referimos no a cantidad de pintura, sino a cantidad de aceite. Por eso las primeras capas van más diluidas que las últimas. De esta forma el cuadro con se resquebrajará con el paso del tiempo. La segunda regla fundamental es esperar siempre a que la capa de pintura que acabas de coloca esté seca antes de continuar.

Capas finales y retoques

Aquí es donde la cosa se vuelve un poco más técnica. Ya has añadido las capas ‘grandes’, por lo que es momento de comenzar con los detalles, esos toques ligeros que aportan realismo. En esta fase ya no se diluye la pintura, sino que se emplea tal y como sale del tubo o recipiente. Si quieres ver cómo vas avanzando, aléjate del cuadro para observar la perspectiva completa y entender qué le puede faltar o qué habría que retocar. Y, sobre todo, ¡no corras! Este momento es muy delicado porque cualquier cambio profundo del color significará un cambio en todos los tonos del cuadro. Ves con calma y atento a los detalles. Verás como la imagen que estás plasmando va apareciendo.

Esperamos que este post haya hecho que, si querías pintar pero no te atrevías, por fin te lances a la piscina para aprender cómo pintar al óleo. Podemos asegurar que, con práctica, paciencia y cariño, seguro que acabas creando piezas tan interesantes como las de nuestros artistas de Home Original. Nuestras creaciones están basadas en experiencias, viajes, vivencias que nos aportan las inspiraciones necesarias para cada creación. Todos nuestros cuadros están totalmente hechos a mano por pintores profesionales de las Bellas Artes que trabajan en nuestro atelier. 

Si quieres saber más sobre nuestro proceso de creación o te interesa alguno de los cuadros de nuestra web, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo, que estará encantado de poder resolver cualquier pregunta sobre arte que tengas.

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