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Plein air: el arte de pintar al aire libre

Cuadros originales pintados a mano.

Si algo nos ha recordado la pandemia es el gozo y la libertad que supone estar al aire libre y disfrutar de la naturaleza. Las actividades en el exterior han aumentado, y no hablamos solamente del deporte, sino de otros ejercicios más relacionados con la creatividad. Siendo Home Original un atelier de cuadros, seguro que ya has averiguado a qué nos referimos: ¡a la pintura!

Ya es que la costumbre, hoy en día revivida, de acudir a un parque o a algún lugar que rebose naturaleza y pintar, no es nueva. Una de las corrientes más representativas de los paisajes, el impresionismo, lo demuestra. Si te decimos que artistas como Monet, Renoir o Van Gogh formaron arte de este movimiento pictórico seguro que te vienen a la cabeza imágenes de sus cuadros. ¿Quieres saber cómo pintaban? Pues, como no puede ser de otra forma, a plein air.

 

El origen está en el impresionismo

Por extraño que parezca, no fue hasta el siglo XIX cuando los artistas, en este caso los impresionistas, pudieron salir a las calles para pintar al óleo. Un simple avance lo hizo posible: la creación de tubos de pintura depresibles, junto a una gran cantidad de pigmentos de colores asombrosos, que permitieron a los impresionistas replicar la realidad desde su punto de vista.

El impresionismo, por tanto, es un movimiento que consistió en una nueva forma de ver y representar la realidad, ya que el artista no necesitaba estar encerrado en su estudio para pintar. Una de las características de este movimiento fue el extremo cuidado de no mezclar colores, sino de yuxtaponerlos. Esta decisión fue debida a la forma de concebir el arte: utilizaban pinceladas rápidas que representaban la naturaleza espontánea de su arte.

Utilicemos la siguiente obra de Monet como referencia: los colores elegidos, como en la mayoría de obras de esta corriente, son muy vivos y fuertes para expresar la luz y los efectos que puede tener  esta sobre los paisajes. La naturaleza es la gran musa de estos pintores y llegan a pinta el mismo paisaje a distintas horas del día o en diferentes estaciones para observar cómo cambia y se percibe.

Como todo movimiento artístico, la pintura impresionista nace con un propósito: quiere salir a la calle, mostrar paisajes, luz, el momento presente, captar una fotografía. Nada se define pero el resultado de la obra es unitario. No se quiere ocultar la pincelada porque no hay nada que ocultar.

 

En plein air

Por lo tanto, si querían pintar la realidad, tenían que salir a la calle, a ‘pleno aire’. Ese gesto fue el que acuñó el término plein air, que después se utilizará para hacer referencia al método pictórico de pintar al aire libre para capturar todos los matices que la luz genera en cada detalle. El objetivo es llegar a la esencia de tosas las cosas observando atentamente y sin juzgar la realidad. El fondo de este movimiento ocultaba una necesidad de transgresión de las reglas académicas, que podrían crear un aspecto predeterminado.

Que los impresionistas pintasen en la calle no quiere decir que antes no se practicase; muchos artistas anteriores utilizaron el recurso de pintar la naturaleza que contemplaban. La diferencia fue que el impresionismo utilizó explícitamente la luz natural para estudiar y lograr efectos que aplicarían a su pintura. Este cambio se le atribuye a a la escuela Barbizon y a los primeros impresionistas en Francia, aunque en Italia también empezaban a coquetear con esta práctica pintores como Macchiaioli.

Además de la invención y la comercialización de contenedores de tubos para pintura al óleo, otro de los inventos que posibilitaron el plein air fue el caballete de caja francés, una estructura muy fácil de transportar y en la que, además, se podían incorporar una paleta y una caja de pintura. Todas estas novedades permitieron a los artistas realizar excursiones campestres y, al mismo tiempo, continuar después en el estudio.

Sin duda, pintar al aire libro significa pintar desde lo natural. Por fin en Europa se dejaban a un lado el rigor y las normas de los estudios y se salía a la calle a ver qué ocurría para pintar la complicada sencillez de la naturaleza. Esta práctica ya se realizaba anteriormente, pero fueron los franceses los que la convirtieron realmente en una técnica.

El plein air es sin duda la mejor forma para un artista de aprender a ver los colores reales de la naturaleza y capturar el estado de ánimo y el sentimiento de un lugar. Cientos de artistas a lo largo de la historia saldrían a partir del impresionismo a pintar al aire libre para entender el paisaje y ordenar la naturaleza en su mente para poder pintarla. Esta técnica de pintura en plein air también se puede entender como el logro de una intensa expresión del aire libre en una pintura.

 

¿Quieres probar el plein air?

Esta es una de las mejores técnicas para comenzar porque te permite parar y analizar tu alrededor, entender la forma en la que funciona la luz o cómo los colores varían a lo largo del día. Sin duda, el plein air lo tiene todo parea convertirse en un hobby, incluso si no tienes mucha experiencia en pintura. 

Su encanto particular hará que crees una conexión enseguida ente el trabajo que tendrás que realizar como artista y la naturaleza, además de sentir la libertad suficiente como para dejarte llevar y pintar sin más, plasmando lo que ves sin concentrarte demasiado en los tecnicismos. Para ello, te dejamos algunos consejos que tendrás que tener en cuenta si sales con tus pinturas a cualquier zona:

El clima. Recuerda que el tiempo no se va a adaptar a ti, sino que eres tú el que debe ser precavido e ir preparado para lo que la naturaleza pueda ofrecerte. Ya sea invierno o primavera, ves adecuado para la ocasión y preparado para casi cualquier imprevisto. Recuerda que estarás un buen rato sentado o de pie trabajando en el clima que tengas ese día, por lo que siempre recomendamos ir con un parasol o sombrilla. 

Aunque no haga calor, la luz puede ser un problema a la hora de pintar durante muchas horas, por lo que siempre es mejor llevar de más que de menos y meter en la mochila un sombrero, evitando el uso de las gafas de sol, ya que pueden alterar la percepción del color.

Materiales y suministros. En el caso de la pintura al aire libre, lo más cómodo es ir lo menos cargado posible. Todo depende de tu estilo de vida y de la costumbre que tengas para salir a pintar. Si, por ejemplo, vas en bicicleta, puedes tener problemas si quieres llevar caballetes de caja grande; será más cómodo que utilices un caballete de estilo francés como el que hemos comentado arriba. Es más ligero y compacto, además de que puedes guardar en él pinceles y tubos de pintura.

Recuerda que el objetivo del plein air es recordar que no estás en un estudio, por lo que hay que mentalizarse de que no vas a poder llevarte todas tus herramientas contigo. Puedes usar una caja de pochade para pintar de esta forma y llevarte algún recipiente para transportar la obra sin que la pintura fresca toque algo a su alrededor, ya que al ser al óleo tardará en secarse. Puedes inmovilizarla con un marco entre tablas más grandes por arriba y abajo y transportarla horizontalmente boca arriba.

Las pinturas. Siguiendo la forma en la que los impresionistas originales pintaban, no deberías de tener que utilizar muchos colores, cosa que te puede venir bien teniendo en cuenta que tendrás que cargar con todas ellas hasta que llegues a tu destino. Te recomendamos que elijas muy bien los tonos que usarás, seleccionando una paleta limitada para viajar ligero y pintar al aire libre.

Recuerda que, al trabajar con óleo, tendrás que llevar siempre contigo trementina y algunos trapos. Si trabajas con impasto, recuerda llevar los elementos necesarios para hacerlo.

 

¡Comienza a pintar!

La técnica de pintura en plein air es como cualquier otra: tienes que buscar lo que necesitas pintar (objeto, persona o paisaje), por lo que es muy recomendable llevar contigo un pequeño cuaderno de dibujo para hacer bocetos rápidos. Así puedes dibujar de forma rápida algo que te llame la atención y ver cómo quedaría en una obra o registrar en ella la hora del día y la luz para regresar a ese mismo lugar para pintar otro día si no tienes tiempo.

Esperamos que esta pequeña guía del plein air te haya animado a coger un cuaderno, un lienzo y tus pinturas y salir al exterior para comenzar a crear. Por supuesto, si cuentas con ciertas bases y nociones te será mucho más fácil pintar al aire libre porque podrás imprimir en tus obras la verdadera reminiscencia del exterior. Aún así, no hay nada más emocionante como comenzar un hobby que te nace del interior.

Sin embargo, si no tienes tiempo o ya has comprobado al 100% que no se te da bien la pintura, puedes contar con Home Original para decorar tu casa con obra pintadas completamente a mano. Pintamos con técnicas mixtas, usando pinturas sintéticas de máxima calidad, dando una total garantía de acabado y duración. 

Nuestros cuadros pueden estar en estancias expuestas a un nivel de humedad moderado, como baños, cocinas, porches, etc. No utilizamos productos tóxicos ni nocivos para la salud, pero si tienes alguna duda sobre nuestros materiales o simplemente necesitas ayuda para elegir el mejor cuadro, puedes ponerte en contacto con nosotros. Un miembro del equipo te asistirá en todo lo que pueda.

 

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